Una vez escuché a una promotora del maquillaje decir que en medio de una guerra hay dos productos que no dejan de venderse: la leche y el maquillaje. Ella aseguró que se debía a que el maquillaje motivaba a las mujeres a apresurar un proceso de adaptación que hiciera esos cruentos momentos más llevaderos.
El sector belleza representa el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) y produce más de 300 mil empleos en México. Además, nuestro país ocupa el décimo lugar en consumo de cosméticos a nivel mundial, de acuerdo con información de la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos (Canipec).
Con eso en mente, tuve la oportunidad de asistir al MUA 2017, la primera convención dedicada a los profesionales del maquillaje.
El evento que reunió a los maquillistas más destacados de la industria en México y Latinoamérica fue creado a partir de la propuesta de la productora Lizard Entertaiments, quienes consideraron necesario un encuentro exclusivo para intercambiar conocimientos.
Para ser un evento considerado de nicho, la afluencia que generó fue mayor de lo que los mismos organizadores esperaban. Y todo se debe a que el trabajo de un maquillista ha evolucionado y con el tiempo, además, ha sido mejor remunerado.
Las personas que se dedican al maquillaje profesional se consideran artistas que a través de los cosméticos y las combinaciones entre colores y texturas logran satisfacer a sus clientes y exponer su talento.
El evento reunió a artistas del maquillaje de otros países como Bruce Spaulding Fuller (EUA), David Hernández (EUA), Paloma Romo (EUA), Argenis Pinal (EUA) y a famosos Youtubers maquillistas como Prima Vikinga (Argentina) y Jackie Hernández (México), lo que terminó por crear una plataforma donde la actualización de técnicas y tendencias que terminó por beneficiar a cada uno de sus asistentes, quienes aprendieron de los expositores, sino de los colegas que participaron con curiosidad en cada actividad del programa.